Cuando estás a tope de trabajo y por una vez piensas haberte organizado la semana, te llaman para revolverte el esquema. Me fastidia mucho ya que me cuesta múúcho organizarme. Así que tenía dejar las cosas que estaba haciendo y preparar la información sobre el taller de hilar lana con rueca y huso que iba a presentar en el mercado de artesanía en Villarcayo. Pero…. como vas a explicar todo el proceso a una persona que en su vida ha visto un huso, rueca, vellón o cardas. Con fotos, claro. Y entonces empezó a cambiar todo…. La luz era inmejorable y cambiaba según pasaba el tiempo. La lana de merino de Elena, lavada y escarmenada parecía una nube de ensueño tan blanquita y esponjosa que se había quedado. El contraste con el trozo de vellón marrón de la oveja xalda de Asturias, peludo, rústico y sucio a tope no podía ser más grande. Al final estaba gozando mucho sacando las fotos. No hay mal que por bien no venga.....
Pongo aquí una pequeña selección.