domingo, 3 de junio de 2012

La Rueca de Julián

En el pueblo de a lado, San Andrés de Valdelomar, Julián ha montado un museo etnográfico increíble “Los trabajos y los días”. No sé cuántos objetos habrán, pero tienen que se ser miles: aperos de labranza, cerámica, ajuares, carros, un batán y muchos más. Hace un par de meses fui allí  para ver si tenía cosas sobre el proceso de la lana. Y sí, tenía. Me “quedé” con la rueca que veis en las fotos, para mirarlo más detenidamente.



Cabezal con flyer y bobina










No sé si "rueca" es el término correcto. En castellano hay un poco de confusión. También se conoce como “carro o máquina de hilar”, “rueca de pedal” (para diferenciarla de la rueca, como simple palo para atar el copo de la lana) y “torno de hilar” que en realidad es distinto. Además es difícil encontrar información en castellano para indicar todas las partes de la rueca, mientras en el mundo anglosajón abunda.



Rueda y mecanismo

Esta rueca es del tipo “castillo” o “torre” que quiere decir que los elementos están dispuestas verticalmente. El cabezal con eje y flyer están sobre la rueda.
Para poder usar la rueca primero tenía que cambiar la correa por una de doble de largo. Estaba montada como sistema de correa simple, pero este tipo de ruecas tienen el sistema de correa doble. La correa va dos veces alrededor de la rueda, una vez por la polea del flyer y una vez por la polea de la bobina. Las poleas tienen distintos diámetros y por eso no giran a la misma velocidad que hace que al mismo tiempo tuerce la lana (= hilar) y la enrolla en la bobina. No se puede cambiar el ratio (= la cantidad de torsión), ni hay dispositivo para regular la tensión de la correa. Sistema simple pero eficaz. 

Entonces puse otra correa, y … funcionaba. Con algunas problemillas porque los ganchos estaban oxidados y doblados y a veces la lana se quedaba enganchada, pero no quise hacer modificaciones. He logrado hilar bien con ella, pero la voy a devolver a su dueño, para ocupar otra vez su lugar en el museo.



Retocar y estamos en pleno siglo XIX





















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